sábado, 9 de agosto de 2008

-._.-)(Douste omae naita)(-._.-

Y me di cuenta de que cuando no estaba él... yo estaba sola...


...tan apartada del resto del mundo que hubiese jurado que aunque gritara con todas mis fuerzas nadie me oiría...





...me di cuenta de que a nadie ya le importaba...


...de que nadie pensaba, y mucho menos imaginaba como me sentía...


...yo... yo ya no existía casi ni para mí misma...


...Me estaba desvaneciendo...


sábado, 2 de agosto de 2008

...Suspiros al mundo...

Pasaba una por una aquellas fotos de gentes extrañas, y se le antojaba una vida maravillosa. ¡Qué sensación! Una sensación de antaño, cuando la luz del otoño traspasaba la ventana iluminando la tranquilidad, la paz, la vida...
Aquella sensación que había desaparecido hace tanto pero que en su memoria aun permanecía como esbozos de un sueño lejano.
Por un momento cerraba los ojos, imaginaba esa vida, la saboreaba... Y al abrirlos un amargor aparecía en sus labios. Todo se había esfumado... no conseguía arrancar los recuerdos de su mente para devolverlos una vez más a la vida.

Sin duda el mundo había cambiado. Ya no era como antes, ya no había luz...ahora solo quedaban los días que pasaban veloces, uno tras otro, a cada cual más rápido . Ya no había tardes eternas y tranquilas, no había diferencia alguna entre invierno, verano, primavera u otoño... solo cambiaba el frío o el calor, pero la vida era la misma: siempre igual, tan monótona, tan dura, tan injusta.

Vacio... y un mar de tristeza... ya solo había algo que la mantenía en este lugar tan frio, Él, lo único que ya importaba en este mundo, el único que nunca le había defraudado. Todo lo demás cada vez era mas decepcionante, cada vez le alejaba más de aquel mundo en el que un día vivió y que le fue arrebatado duramente, sin aviso alguno.


Y quería salir de allí, pero era imposible. Intentaba no pensar, seguir esa vida frenética sin saber a dónde le conduciría, pretendiendo fingir que nada pasaba, que todo estaba bien... que el mundo iba bien. Pero cada noticia, cada acción de cada una de las personas conocidas, de amigos de enemigos, de mayores y niños, la decepcionaban aun más.


Cada vez sentía un asco mas profundo hacia prácticamente todo el mundo y empezaba a sospechar que casi todos tenía el mismo asco hacia ella, sin embargo no podía explicarse el por qué. Ella nunca fue como el resto, al igual que él. No quería pensarse superior, de hecho y a pesar de todo, se sentía siempre inferior a la mayoría de personas que la rodeaban; pero, sin embargo, jamás había sido como ellos.

Estaba por encima de aquellas ideas que todos tenían en la cabeza, aquella mentalidad que estaba echando el mundo a perder, aquello que impedía que todos parasen un día y quedaran maravillados con la belleza de este mundo, ahora oculta entre esa neblina de egoísmo, envidia, ignorancia y maldad.


Y que triste era todo aquello... y más aun ver como esa gente no se había dado cuenta de nada, como no echaban en falta el mundo que estaban perdiendo, como les daba igual que todo fuese mal y que nada se hiciera bien, como se iban convirtiendo en seres cada vez más ruines y cobardes capaces de pisar a cualquiera no ya para ascender ellos... sino por el simple hecho de hacer daño, de sentirse poderosos haciendo sufrir a los únicos pájaros que quedaban con alas...


Y nadie hacia nada... " ¿Pero es que no lo ven? " se lamentaba... y undiéndose nuevamente en su angustia pensaba... y la tristeza pesaba aun más al descubrir que ella sola tampoco podía hacer gran cosa...




Respiraba una vez mas mientras cerraba los ojos e intentaba sentir nuevamente el mundo, el aire que acariciaba su delicado rostro, y vaciar así su mente de aquellos pensamientos... pretendiendo disfrutar de ese momento eternamente.